Título: Compromiso con el Cambio: Mi Rol como Profesional y Emprendedor en la Transformación de la Economía Dominicana

Introducción

La República Dominicana vive un proceso de transformación marcado por la globalización, la digitalización y una creciente necesidad de desarrollo sostenible e inclusivo. En este contexto, quienes estudiamos y emprendemos tenemos una doble responsabilidad: prepararnos para responder a los desafíos actuales del entorno y comprometernos con el futuro que deseamos construir. Como estudiante de contabilidad y emprendedor en el área de barbería, reconozco que mi labor no se limita a adquirir conocimientos técnicos o brindar un servicio; mi papel es ser agente de cambio, motor de desarrollo y ejemplo de compromiso social. Este ensayo explora qué debo ser, hacer y lograr para contribuir de forma activa a la transformación que necesita la economía, el mercado y la sociedad dominicana en 2025 y más allá.

1. La realidad actual: desafíos del entorno dominicano

El contexto en el que vivimos está lleno de contrastes. Por un lado, la economía dominicana ha mantenido una tasa de crecimiento positiva en los últimos años, según el Banco Central. Por otro, seguimos enfrentando problemas estructurales como la informalidad laboral, la desigualdad de ingresos, la baja inclusión financiera y un limitado acceso a oportunidades en comunidades vulnerables. Muchos jóvenes, como yo, nos vemos obligados a emprender sin acceso a capacitación formal, financiamiento ni redes de apoyo sólidas.

Al mismo tiempo, las tecnologías emergentes, la inteligencia artificial, el comercio digital y las demandas de sostenibilidad están cambiando la forma en que las empresas operan y compiten. Esto exige que los profesionales se adapten rápidamente, desarrollen habilidades nuevas y asuman un rol más estratégico y comprometido.

2. ¿Qué debo ser como profesional en este entorno?

Como futuro contador público, debo ser mucho más que un técnico en números. Debo ser un asesor confiable, un analista crítico, un facilitador de decisiones empresariales y un defensor de la ética y la transparencia. La contabilidad ya no se limita a registrar operaciones; hoy exige dominio de herramientas digitales, capacidad para interpretar información y visión estratégica.

Debo, además, cultivar cualidades humanas como la empatía, la comunicación y la responsabilidad social. En una sociedad que necesita modelos de integridad, tengo que ser alguien que inspire confianza, que promueva la legalidad y que ayude a otros a crecer.

Peter Drucker afirmó: “El conocimiento tiene que ser mejorado, desafiado y aumentado constantemente, o desaparece”. Esta cita refuerza la necesidad de no conformarme con lo aprendido en la universidad, sino de buscar siempre más, actualizarme, innovar y aportar.

3. ¿Qué debo hacer como emprendedor dominicano?

Como dueño de una barbería, sé lo que significa emprender desde abajo. He vivido la experiencia de buscar clientes, enfrentar los costos del día a día, y aprender sobre la marcha. Sin embargo, para ser parte del desarrollo de la economía nacional, no basta con operar un negocio; hay que formalizarlo, innovarlo y hacerlo crecer con propósito.

En ese sentido, debo:

Implementar buenas prácticas contables para llevar un control financiero efectivo.

Usar herramientas tecnológicas como agendas digitales, pasarelas de pago y redes sociales para promocionar mis servicios.

Crear alianzas con otros emprendedores, marcas o instituciones para formar una red de apoyo y capacitación.

Ofrecer oportunidades de formación a jóvenes interesados en el arte de la barbería.

Mi barbería no debe ser solo una fuente de ingresos, sino un espacio que inspire a otros, que cree empleos dignos y que contribuya con el entorno donde opera.

4. ¿Qué debo lograr para dejar huella?

Mi aspiración no es solo tener un título universitario o un negocio rentable. Mi objetivo es lograr un impacto. Lograr que más jóvenes crean en sí mismos. Lograr que la contabilidad se vea como una herramienta para el crecimiento de los negocios. Lograr que la barbería deje de verse como un oficio informal y pase a ser una profesión respetada, con oportunidades de desarrollo real.

Esto implica metas concretas:

Graduarme y ejercer como contador público con ética y responsabilidad.

Escalar mi barbería hacia un modelo de negocio formal, sostenible y replicable.

Impulsar iniciativas de capacitación para otros jóvenes en contabilidad básica y emprendimiento.

Participar en proyectos comunitarios y sociales que promuevan la educación financiera y el autoempleo.

Una cita que me inspira es la de Mahatma Gandhi: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Creo firmemente que el cambio no empieza en el gobierno o en las grandes empresas, sino en lo que cada uno de nosotros haga cada día.

5. Tendencias que redefinen la actividad empresarial

Hoy, hablar de negocios implica hablar de transformación digital, inteligencia artificial, sostenibilidad, inclusión financiera y responsabilidad social. Estos temas no son exclusivos de grandes empresas: afectan y moldean también a los pequeños negocios, como el mío.

Como profesional y emprendedor, debo comprender estas tendencias y aplicarlas. Por ejemplo:

Usar herramientas contables automatizadas que me permitan ahorrar tiempo y ser más eficiente.

Promover prácticas ecológicas en mi barbería, como el uso responsable del agua y productos biodegradables.

Crear contenido educativo en redes sociales que aporte valor a mis clientes y a otros emprendedores.

Buscar alianzas con plataformas digitales que me ayuden a expandir mis servicios.

No se trata solo de sobrevivir en el mercado, sino de adaptarse y evolucionar constantemente.

6. Un compromiso ético y social

Toda transformación verdadera requiere ética. El profesional y emprendedor del futuro no puede enfocarse únicamente en sus beneficios personales. Debe preocuparse por su comunidad, por sus empleados, por sus clientes, por su país.

En mi caso, esto se traduce en pagar impuestos de manera correcta, tratar con respeto a cada persona que entra a mi negocio, enseñar a quienes quieren aprender, y buscar siempre formas de aportar al entorno donde crecí. Creo que cada decisión cuenta. Y que liderar con el ejemplo es una forma de inspirar.

Conclusión

La economía y la sociedad dominicana enfrentan grandes retos, pero también tienen un enorme potencial. Como estudiante de contabilidad y emprendedor, reconozco que estoy en una posición privilegiada para contribuir activamente a ese cambio. Ser profesional hoy significa formarse con rigor, actuar con ética, adaptarse al cambio y comprometerse con el bienestar colectivo. Ser emprendedor, por su parte, implica innovar, formalizar, impactar y educar.

En 2025 y más allá, no basta con esperar que las cosas mejoren: hay que hacer que mejoren. Y ese compromiso empieza por cada uno de nosotros.

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Johan CG

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Johan CG

Soy Johan Gil, soy dominicano vivo en la cuidad de moca, y soy estudiante de contabilidad